Sigo con el hilo de posts relacionados con las elecciones gallegas del 1 de Marzo, con la segunda parte del enfoque.

En el último post, había comentado el supuesto enfoque de las Webs del Presidente actual, Emilio Pérez Touriño, destacando sobre todo el desaprovechamiento del medio Internet dado que tenían un enfoque de traslado puro de la forma «analógica» de hacer política al universo «digital».

Para finalizar con el análisis del candidato Touriño, simplemente quería comentar un aspecto que me ha parecido también destacable y que avanzaba en el anterior post: la ausencia de información acerca de las propuestas del candidato con respecto a las Nuevas Tecnologías.

Trasladando una campaña electoral al mundo empresarial, nos encontramos con que, si bien el objetivo de toda empresa (como bien describió Eliyahu M. Goldratt en su indispensable «La Meta«) es ganar dinero, el objetivo de cualquier político es ganar las elecciones. Cuando la empresa lo que necesita con clientes y facturación, el candidato necesita electores y votos. En consecuencia, tanto las empresas (al menos todas deberían) como los políticos, redactan y ejecutan complejos Planes Estratégicos en los que definen acciones concretas que les permitan alcanzar su meta. Las empresas hablan de Mercado Objetivo, o de target de cliente, (Carlos Negreira Souto) mientras que los políticos hablan de Votantes Objetivo o de target de electores.

Históricamente, a lo largo de los distintos procesos electorales, los partidos han manejado con destreza datos demográficos y estadísticos que, en combinación con la Ley d´Hont, les han permitido conocer en la medida de lo posible, a sus votantes objetivo y posibilidades de éxito. Internet sin embargo, permite, tanto a las empresas como a los políticos, conocer mucho mejor a sus clientes/electores y establecer un vínculo de comunicación muy estrecho y directo con ellos.

¿Qué más puede desear un político que poder establecer una conversación en tiempo real con su potencial electorado? ¿Qué político no pagaría por poder conocer las inquietudes de sus potenciales electores acerca de los distintos aspectos de su programa electoral? ¿Qué valor incalculable tiene una estadística que va más allá de las encuestas telefónicas, en la que podamos saber el comportamiento y la reacción del elector/visitante ante nuestras propuestas? ¿Cuánto vale poder tener un margen de reacción y corrección de errores casi inmediato?

Pues todo eso, señores políticos gallegos, es posible. Y es posible aprovechando el medio Internet DE VERDAD. Si bien el porcentaje de penetración de Internet en Galicia (30,7%) es de los más bajos de España y el de España (43,3%) de los más bajos de Europa (>50% media UE), estamos hablando en cualquier caso de 850.000 personas, que con un porcentaje de población mayor de 18 años del 85% (media 2007), son 722.500 votantes potenciales que tienen Internet en su hogar o en el trabajo, o en ambos.

Esas 700.000 personas son los electores objetivo de las campañas virtuales de los candidatos, y TODO EL MENSAJE y TODO EL CONTENIDO tiene que estar orientado a ellos: a su forma de entender la política, a su forma de navegar, a su forma de acceder a los contenidos en la Web, y a su forma de decidir a quién va a otorgar su confianza. Si se traslada el mismo mensaje plano del mundo real al virtual, lo más seguro es que tenga el mismo interés dentro que fuera de internet: ninguno, salvo para los confesos (que ya han decidido) o los partícipes (que también).

Toda esta argumentación tiene que ver con un defecto fundamental que advierto en las Webs de todos los candidatos: en ninguna de ellas se muestran (al menos de forma evidente) las propuestas de los candidatos en relación a:

  • Mejora de la infraestructura de conexión en el entorno rural.
  • Promoción de la sociedad de la información.
  • Mejora de los porcentajes de penetración de Internet.
  • Fomento y formación en Nuevas Tecnologías.
  • Ayudas para la informatización de empresas.
  • Ayudas para empresas del sector TIC.

Evidentemente tiene que estar reflejado todo el programa electoral, porque los que navegamos por Internet también estamos interesados acerca de la política sanitaria, lingüística o educativa de cada candidato, pero no tiene sentido que también me informen acerca de sus medidas para la promoción de las Nuevas Tecnologías a mí, visitante de su página, que he elegido Internet para informarme acerca de su programa y propuestas.

Todo esto (y ya termino) al final sucede, desde mi punto de vista, por una sencilla razón: Niguno de los candidatos se ha hecho unas preguntas como las siguientes, que deberían ser las primeras que se hagan antes de diseñar siqueira su web:

  • ¿Qué inquietudes o que información buscará la gente que acceda a mi web?
  • ¿Cómo conseguir que acceda gente que no me conoce, es decir, como puedo ampliar mi target de electores potenciales?

Solo respondiendo a esas preguntas debería pasarse al siguiente paso, de estructuración de contenidos para que estén lo más dirigidos posible a satisfacer las necesidades de los usuarios, y ampliar mi target de electores, y en consecuencia ganar las elecciones, que TAMBIÉN debe ser la finalidad de la página de un candidato.

Seguiré en próximos posts analizando los casos de Anxo Quintana y Alberto Núñez Feijoo, para cerrar la serie de posts. Os animo a que participéis con vuestras opiniones o visiones del tema.

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